A partir del próximo 1 de abril, España introducirá importantes cambios en su sistema de jubilación. El objetivo es facilitar la compatibilidad entre el cobro de la pensión y la continuidad en el mercado laboral. La reforma, impulsada por la Seguridad Social, afecta a tres modalidades clave: jubilación parcial, jubilación activa y jubilación demorada. Con estas modificaciones se espera permitir una mayor flexibilidad en la transición de la vida laboral a la jubilación. «El nuevo marco normativo ofrece a los trabajadores opciones más flexibles y realistas, permitiendo que la experiencia acumulada no se pierda de golpe al alcanzar la edad de jubilación», señala José Miguel Peñas de Pablo, CEO del Grupo Servicios Reunidos Peñas.
Jubilación Parcial: mayor flexibilidad y contratación de relevistas
Hasta la reforma, la jubilación parcial en España presentaba una serie de limitaciones que dificultaban tanto su anticipación como la contratación de relevistas. La reducción de jornada estaba limitada a un 50% y los contratos de relevo podían ser temporales o a tiempo parcial, lo que generaba inestabilidad laboral. Además, la figura de los trabajadores fijos discontinuos no estaba contemplada como relevista, lo que afectaba especialmente al sector público y a actividades estacionales. Con la entrada en vigor de la reforma, el sistema de jubilación contará con importantes novedades.
A partir de abril de 2025, se permitirá acceder a la jubilación parcial hasta tres años antes de la edad ordinaria de jubilación. Esta medida amplía el margen de decisión de los trabajadores, especialmente aquellos con largas carreras de cotización, que ahora podrán acogerse a esta modalidad de forma anticipada sin perder derechos adquiridos.
Para aquellos que opten por la jubilación parcial más de dos años antes de la edad ordinaria, la reducción de jornada podrá oscilar entre el 20% y el 33% durante el primer año. Esta flexibilidad inicial facilitará una transición gradual hacia la jubilación completa, evitando el impacto brusco que suponía pasar directamente al 50% de reducción.
Una de las novedades más significativas es la inclusión de los trabajadores fijos discontinuos como relevistas, lo que permite cubrir puestos de manera estable en sectores con fuerte componente estacional, como la hostelería, el turismo o la agricultura. Esto contribuye a que las empresas tengan más opciones de contratación, cubriendo vacantes de manera eficaz.
Para garantizar la estabilidad laboral, los contratos de relevo deberán ser indefinidos y a tiempo completo, y el trabajador relevista tendrá que mantenerse en el puesto al menos dos años tras la jubilación parcial del titular. Esta disposición evita la precarización de los puestos de trabajo, ofreciendo mayor seguridad a los empleados contratados en esta modalidad.
Otra novedad significativa es la posibilidad de acceder a la jubilación parcial sin necesidad de contrato de relevo, siempre que el trabajador haya alcanzado la edad ordinaria de jubilación. En estos casos, la reducción de jornada podrá situarse entre el 25% y el 75%, lo que permite una flexibilidad adicional para aquellos que deseen seguir activos sin necesidad de buscar un reemplazo inmediato.
Jubilación Activa: aumento progresivo de la compatibilidad pensión-trabajo
Antes de la reforma, la jubilación activa solo era accesible para quienes hubieran completado toda la carrera de cotización, lo que excluía a muchos trabajadores con trayectorias laborales interrumpidas. Además, la compatibilidad entre pensión y empleo estaba limitada al 50% de la pensión, sin posibilidad de incrementos progresivos.
El nuevo esquema introduce un aumento progresivo del porcentaje de pensión compatible con el trabajo, incentivando la prolongación de la actividad laboral. En el caso de quienes tengan un año de jubilación activa, percibirán un 45% de la pensión; del 55% si son dos años; del 65% si son tres; del 75% cuando sean cuatro y del 100% a partir de cinco. Esta progresión permite que los trabajadores conserven su empleo sin tener que renunciar a una parte significativa de su pensión.
La reforma también elimina el requisito de haber completado la carrera completa de cotización para poder acceder a la jubilación activa, abriendo la puerta a trabajadores con trayectorias laborales más cortas o discontinuas. También, se introduce la posibilidad de combinar la jubilación activa con los incentivos de la jubilación demorada, lo que añade un aliciente económico adicional para aquellos que opten por retrasar su retiro.
Jubilación Demorada: incentivos mejorados y menor tiempo de cotización
Antes de la reforma, el acceso a los incentivos económicos por prolongar la vida laboral requería un año completo de cotización adicional. Esta condición representaba una barrera para muchos trabajadores que, aún dispuestos a prolongar su actividad, no podían comprometerse a un año más de trabajo. Con la reforma, basta con haber cotizado seis meses en el segundo año de demora para acceder a los incentivos económicos, facilitando así el acceso a los beneficios por prolongación laboral. Por cada año adicional trabajado después de la edad ordinaria de jubilación, la pensión aumentará en un 4%, lo que supone un estímulo claro para aquellos que decidan seguir en activo más allá de la edad de retiro estándar.
“Las medidas adoptadas en España se corresponden con las de otros países del entorno europeo, donde la compatibilidad entre trabajo y pensión está igualmente incentivada. En Alemania, el modelo de retiro parcial permite combinar empleo y jubilación de manera flexible. En Francia, los incentivos económicos aumentan progresivamente según los años cotizados más allá de la edad legal”, señala Peñas de Pablo. “Estas reformas contribuyen a mantener el talento y la experiencia en el mercado laboral. Sin embargo, también puede aumentar las dificultades para los jóvenes que buscan empleo, ya que el alargamiento de la vida laboral podría reducir la oferta de puestos de entrada”. Igualmente, considera que “será necesario evaluar a largo plazo su impacto en el sistema de pensiones”.
Está claro que cualquier decisión relacionada con la jubilación es de vital importancia. Por eso, en caso de tener que contar asesoramiento para poder evaluar cuál es la mejor decisión, siempre se puede contar con profesionales experimentados, como los que trabajan en el grupo Servicios Reunidos Peñas (SRP).