La contratación de un seguro de salud es una de las mejores inversiones que pueden hacer tanto autónomos como empresarios para garantizar el bienestar propio y el de sus trabajadores. Estos seguros ofrecen acceso rápido a servicios médicos de calidad y pueden convertirse en un incentivo clave para asegurar la retención y motivación de los empleados, e incluso impulsar la competitividad de tu empresa. Sin embargo, cuando se habla de seguros de salud hay que separar dos conceptos: los seguros de salud dirigidos a los autónomos y los enfocados a los empresarios.
Seguros de salud para autónomos
Los autónomos, al no depender de una empresa para acceder a los beneficios laborales, son responsables de su propio bienestar. Por eso, el seguro de salud privado es una opción tan recomendable para ellos, ya que permite acceder a servicios médicos con mayor rapidez que en la sanidad pública, eliminando las listas de espera y proporcionando la tranquilidad de contar con atención inmediata en caso de necesidad.
Uno de los mayores atractivos de los seguros de salud para autónomos es la agilidad en la atención médica. Además, muchos seguros incluyen cobertura por accidentes laborales y de tráfico, que puede ser esencial para los autónomos que desarrollan su actividad en sectores que les obligan a pasar más tiempo en carretera.
Al margen de las ventajas médicas, contratar un seguro de salud también ofrece beneficios fiscales . Los autónomos pueden deducir las primas pagadas por el seguro de salud en su declaración del IRPF. Esta deducción puede alcanzar los 500 euros por miembro familiar asegurado, hasta un máximo de 1.500 euros si el autónomo tiene un grado de discapacidad. La bonificación se aplica sobre la base imponible del IRPF, lo que reduce la carga tributaria y ofrece, por lo tanto, un ahorro adicional.
Seguros de salud para empleados
Por otro lado, cada vez es más común que los empresarios contraten seguros de salud para sus trabajadores como un beneficio adicional al salario, una medida que además sirve para fidelizar y motivar al equipo de trabajo. Y no hay que olvidar que también supone beneficios tanto para los trabajadores como para el empresario.
Contratar un seguro de salud para empleados conlleva igualmente ventajas fiscales para el empresario. Para empezar, el coste de las primas de los seguros de salud es deducible en el Impuesto de Sociedades, lo que reduce la carga fiscal de la empresa. Y si el seguro incluye al cónyuge o hijos de los trabajadores, el empresario puede deducir hasta 500 euros por miembro de la familia asegurada.
Además, desde el punto de vista del empresario, esta medida ofrece otros beneficios, como la ya citada mejora del clima laboral, ayudando incluso a retener talento; la reducción de los periodos de baja laboral, derivada de una atención médica más eficiente y ágil; y la mejora de la imagen de la empresa, mejorando su reputación y convirtiéndola en un lugar atractivo en el que trabajar.
“Contratar un seguro de salud es una inversión que puede aportar tranquilidad, bienestar y beneficios fiscales”, indica Diego Martínez, de la Correduría de Seguros José Miguel Peñas Bronchalo.
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