El sector Servicios aborda un nuevo reto. Cada vez es más común encontrar clientes que deciden abonar sus propinas en negocios como el de la hostelería o incluso en el del transporte público de taxi mediante tarjeta de crédito. Sin embargo, muchos autónomos aún no saben cómo deben repartirlas ni cómo y si es obligatorio declararlas para su tributación.
Por eso es fundamental, y más ahora que llega la temporada de verano y que el Covid-19 ha hecho caer el uso de efectivo, comprender las implicaciones de este método de pago y buscar orientación de expertos fiscales para realizarlo correctamente. En Servicios Reunidos Peñas (SRP) le podemos proporcionar ese asesoramiento de manera integral, pero aquí van algunas claves a tener en cuenta.
En primer lugar, hay que entender que el abono de propinas por parte de los clientes no se considera un ingreso. Por lo tanto, el autónomo no debe declararlas en el Impuesto de Sociedades ni en el IRPF. Tampoco se debe incluir en las nóminas ni cotizar por ello a la Seguridad Social.
Diferente caso es el de los asalariados, que sí deben incluirla en sus declaraciones de Renta, al ser un importe recibido en concepto de rendimiento del trabajo. “Es una cuestión relevante desde el punto de vista tributario, ya que una mala gestión de las cuentas puede llevar al autónomo a realizar pagos innecesarios a Hacienda o al asalariado que en ciertas circunstancias puede tener una revisión fiscal de sus ingresos”, indica el CEO de Servicios Reunidos Peñas, José Miguel Peñas de Pablo.
Modernización
En la actualidad, hay aplicaciones informáticas que permiten a los negocios de hostelería diferenciar entre el pago de la cuenta y el de una propina. Sin embargo, no es lo habitual. El problema que pueden encontrar los autónomos es no diferenciar los importes a la hora de declararlos frente a Hacienda y luego repartirlos entre los empleados. La recomendación es registrar la propina como una salida de caja inmediatamente y depositarla en un bote separado. Esto evita discrepancias entre los ingresos declarados y los depositados en la cuenta bancaria del negocio, lo cual podría generar problemas con la Agencia Tributaria.
En cuanto a los autónomos que dirigen un negocio, tienen varias formas de abonar las propinas entre sus empleados. En el caso de los restaurantes, algunos optan por repartirlas entre toda la plantilla, otros solo entre el personal de sala, y hay quienes permiten que cada asalariado se quede con la propina obtenida.
“Nuestra sociedad está en un proceso de cambio constante, una modernización que se ha acelerado en los últimos tiempos y que puede plantear retos especialmente complicados para los pequeños negocios”, apunta Peñas de Pablo. “De ahí la importancia de saber adaptarse a ellos para evitar problemas posteriores con Hacienda o pagos innecesarios”, concluye el CEO de Servicios Reunidos Peñas.